RAJOY Y SU "CARTILLA DE RACIONAMIENTO DE DERECHOS HUMANOS" PARA LOS INMIGRANTES

¿A qué llamamos "integración"?

Rajoy vuelve a las andadas con el tema de la inmigración, sacando propuestas que ya intentó desarrollar en su etapa como Ministro de Interior, y que no salieron, algunas por pura aberración jurídica, según el propio Tribunal Supremo...

Ahora llama "contrato de integración" a una pura estrechez mental y moral, "el camello y el ojo de la aguja" que decía el Evangelio. Con la excusa de que todos debemos estar lavados y limpios y que no debemos cometer delitos (obligación, deber o derecho de todos por igual, no sabemos porqué sólo se refiere a los inmigrantes), Rajoy mete en un paquete varias cosas, algunas realmente impresentables, impropias de un demócrata, contrarias al llamado espíritu cristiano (aquí debería decir algo la Iglesia, no?). Señalo dos:

Una: El concepto de integración. Qué significa integrar? ¿Somos iguales?. Rajoy lo plantea como la inserción de un extraño en un ámbito de reglas cerradas. "Te vamos a integrar como trabajador aquí, desintegrándote al mismo tiempo como persona". La integración parte del respeto mutuo y de la mutua consideración de personas iguales...

Dos: Las vísceras. Sacar el tema con el doble lenguaje de estar limpios y no cometer delitos, es marcar subliminalmente una presunción de delincuente y suciedad que no es de recibo. "Te mandamos a tu casa si cometes un delito". El aplauso de la corte xenófoba ante el delincuente expulsado... La presunión ha de ser de inocencia y las leyes tienen sus curso y sus sanciones... ¡Qué fácil es sacar lo más negativo de nuestras víscera!

Y una nota final... ¿Aprender el idioma? Claro que sí. Como hicieron nuestros emigrantes españoles en Alemania, a los que por cierto (hace más de 60 años) no les obligaron de esa manera que propone Rajoy... Ni les exigieron por escrito que se lavaran, ni que se comprometieran a no ser delincuentes...

LA NOTICIA dice asi

Rajoy quiere obligar a los inmigrantes a firmar "un contrato de integración"

Una propuesta copiada de Sarkozy
El PP incluye "la higiene" entre las obligaciones para los extranjeros
T. BÁRBULO / J. GARRIGA - Madrid / Barcelona - 07/02/2008
http://www.elpais.com/articulo/espana/Rajoy/quiere/obligar/inmigrantes/firmar/contrato/integracion/elpepunac/20080207elpepinac_6/Tes

El presidente del PP, Mariano Rajoy, anunció ayer que, si gana las elecciones del próximo 9 de marzo, obligará a los inmigrantes que deseen renovar sus permisos iniciales de residencia a firmar un "contrato de integración". En el documento, los extranjeros deberían comprometerse "a cumplir las leyes, a respetar las costumbres de los españoles, a aprender la lengua, a pagar sus impuestos, a trabajar activamente para integrarse en la sociedad española y a regresar a su país si durante un tiempo no encuentran empleo".

El contrato tendría "valor jurídico" y obligaría a aprender castellano

En concreto, tendrían que marcharse de España si no lograran trabajo en el año siguiente a la renovación. Rajoy precisó que su "contrato" tendrá "valor jurídico", por lo que previsiblemente implicaría una nueva reforma de la Ley de Extranjería.

A cambio del cumplimiento de ese contrato, el Gobierno de Rajoy concedería a los inmigrantes "los mismos derechos y prestaciones que a un español", y se comprometería "a ayudarles en su integración y a respetar sus creencias y costumbres, siempre que no sean contrarias a las leyes españolas".

Entre las "costumbres de los españoles" que los inmigrantes deberían respetar, Rajoy mencionó la prohibición de la ablación y el respeto a la igualdad de sexos, que ya están tipificados en las leyes. Fuentes del PP añadieron otras "costumbres" recogidas en las ordenanzas municipales, como "la higiene".

El líder del PP avanzó otros aspectos de su programa: no hacer más regularizaciones masivas (durante su etapa como ministro del Interior regularizó a 239.174 inmigrantes de una tacada) y aumentar el número de expulsiones (en la última legislatura del PP ascendieron a 14.397, mientras que en los últimos cuatro años se han incrementado hasta 40.787, un 183,3% más).

También reformaría la fórmula de reagrupación familiar para limitar esa vía de entrada de inmigrantes, y expulsaría de forma "inmediata" a los que hayan cometido delitos. Rajoy ya intentó ejecutar esa propuesta cuando era ministro del Interior en el Gobierno de Aznar, pero recibió contundentes argumentos en contra, entre otros del Tribunal Supremo. La medida privaba a los extranjeros de la presunción de inocencia, libraba a los delincuentes de la cárcel y burlaba el derecho de las víctimas a ser resaridas. En la actualidad, los extranjeros condenados son expulsados, pero después de cumplir sus penas de cárcel.

La entonces consejera de Inmigración de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, del PP, manifestó: "Más que una medida de integración parece una cartilla de racionamiento de derechos humanos".