miércoles, 20 de febrero de 2008

DIALOGO Y BOFETADAS


El 63,5% de los padres, a favor de dar un bofetón a sus hijos en situaciones críticas
M. J. ÁLVAREZ. MADRID.

Ya no se mira para otro lado. Cuando un menor es acosado en la escuela, más de siete de cada diez cuenta lo que sucede a sus padres (madres, sobre todo), y profesores para ayudar, sin considerar que el explicar lo ocurrido sea «chivarse». La mayoría de los alumnos (47,5%), intervienen para impedirlo.

La percepción social ha cambiado a raíz del caso «Jokin», el niño que se suicidó en Hondarribia (Guipúzcoa) hace cuatro años, indicó ayer María José Díaz Aguado, catedrática de Psicología de la Educación de la Universidad Complutense, responsable del estudio: «Las familias de Madrid ante la adolescencia y su educación. Como mejorar la convivencia y prevenir el acoso y otras formas de violencia», encargado por la consejería de Asuntos Sociales.
La mayor conciencia de que la violencia es fruto del entorno familiar, social y escolar, y que no se puede erradicar la escolar sin atajar las otras, unido al 63,5% de los padres, partidarios del bofetón, solo en una «situación crítica», figuran entre las conclusiones del informe que analizó la catedrática de Psicología.

Resolución de conflictos

El 54,6% de los padres y el 36,3% de los adolescentes son partidarios de resolver los conflictos familiares entre todos, «tratando de llegar al mejor acuerdo posible». Los padres tiene más peso a la hora de tomar decisiones, pero explican el por qué lo hacen (40,3% de adultos y 31,8% de sus vástagos). Nueve de cada diez menores perciben confianza y apoyo en su familia. Y, el 96,4% de los adolescentes afirman: «Mis padres están siempre que los necesito».

Sin embargo, las dificultades en las relaciones aumentan a medida que lo hace la edad de los chavales, por ello el 68% de los padres están algo/bastante/o muy de acuerdo con que «desearían que sus vástagos fuesen siempre pequeños». La mitad reconoce que tiene «muchos problemas para controlar a su hijo». Y, en las situaciones «críticas», el 63,5% de las familias son partidarias de «a veces pegar una bofetada para que aprendan», lo que, según la responsable del estudio, revela que hay falta de alternativas al castigo físico para hacer respetar las normas.

Por qué discuten

El desorden de la habitación, (81,8%), las notas (76,9%), y las peleas entre hermanos (73,9%), son las principales causas de discusión entre padres e hijos, según éstos últimos. «Ellos» tienen más problemas que «ellas» con la escuela (calificaciones, absentismo, deberes) y con el ocio (ver la «tele», amigos, dinero, hora de llegada a casa y de acostarse, la música que escuchan, la forma de vestir o las drogas). Y, las chicas, tienen más obstáculos en los asuntos domésticos (orden/tareas de casa...).

Familia-escuela-alumno

El 91,5% de los alumnos se siente muy integrado, el 90% considera que cae bien a sus compañeros y el 75,6% dice que se lleva bien con sus profesores. Solo en torno al 2% se siente solo y el 30% de los padres considera que en el centro «se dan pocas oportunidades de participación a las familias».

En cuanto a las calificaciones escolares, «los padres se suelen preocupar por las notas cuando son malas, no antes», indicó Díaz Aguado. Con todo, el 21% de ellos busca nuevas fórmulas para prevenir el fracaso escolar.

Acoso y victimización

Al rechazo generalizado a la violencia (75,5%) por parte de los adolescentes y al intento de cortar la situación del 47,5% de ellos «aunque no sea amigo de la víctima», cabe destacar que un 28% cree que debería impedirla, «aunque no lo hago». El 6% confiesa participar en la agresión (un 3,8% directamente o liderando al grupo y un 2,2% metiéndose con él/ella igual que el resto». Por último, un 15,6% se muestra indiferente porque «no es mi problema» y un 3% indica que «no participo, pero tampoco me parece mal lo que hacen».
Respecto a los indiferentes, Díaz Aguado indicó que, la mayoría no hacen nada para impedir las agresiones «porque temen convertirse en víctimas». Además, el 3,11% se siente rechazado, «a menudo o muchas veces», lo que implicaría «acoso psicológico», apuntó la encargada del estudio.

Tópico: Los hombres no lloran

El 38,1% de los padres está de acuerdo con que «los hombres no deben llorar», frase a través de la cual se puede reproducir, de forma sutil, las condiciones que conducen al sexismo y, a través de él, a la violencia de género. Lo mismo sucede con la de «si te pegan, pega», que comparte el 23,4% de los adultos y el 67% de los chicos .

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