TRES MENTIRAS Y UNA VERDAD RELATIVA
No obstante, aún queda la mentira de mayor envergadura. Resulta que ahora se descubre que la fiabilidad de la existencia de un militante radica en la cuota que paga. Es como su “fe de vida política” Y por tanto, para dar crédito a un listado presentado éste debe ir acompañado de las facturaciones correspondientes de las cuotas pagadas, siendo de aplicación reciente en la Ley de partidos a partir de Julio... Para que la cosa tenga una complicación aún mayor, la dirección federal acordó hace 30 meses que la participación en los procesos asamblearios tendría que venir avalada, al menos, por una aportación de un euro al mes. O sea, hablamos de 30 euros por militante. Aparece entonces el requisito de un pago de al menos 30 euros para ser considerado “computable” a efectos de censos y delegados a elegir...
Surge así una “carrera” desenfrenada, no sólo para aportar el listado sino para que éste tenga añadida la solvencia de esos 30 euros per cápita. Muchas asambleas, la mayoría, en situación económica precaria, sacaron de donde pudieron los fondos para hacer frente a la solvencia de su censo, para que todos los adscrito/as fueran computables; aunque también muchas asambleas mostraron su disconformidad con la exigencia de un pago del que no tuvieron noticia a tiempo, ni justificante ni exigencia en su debido momento... y decidieron no seguir ese juego, a riesgo de no ser considerada su existencia a efectos computables para participar en la elección de delegados.
¿Quién certifica que el pago correspondiente de los 30 euros se ha dado? ¿Acaso ha recibido estas cantidades totales la dirección federal, que es la que aprueba los censos? No, no los ha recibido, ha recibido sólo una parte... ¿qué ha pasado, pues? Ahí hace falta una explicación clara y veraz que desvele lo ocurrido. La actualización de los censos ha sido un botín, queremos conocer las cifras exactas de ese botín. 50.000 afiliados a 30 euros... ¿dónde está el dinero?. Andalucía, 20.000 afiliados/as, a 30 euros, 600.000 euros; tras la “negociación del regate en corto” queda la cosa pactada en 300.000 euros... ¿pagando 30 euros los militantes –o sus valedores- y cobrando el federal 15 euros, dónde está el “excedente”..? Y así, seguiríamos...
Porque cuando sepamos la verdad, toda la verdad, sobre este proceso de censos y cuotas, descubriremos igualmente que el escenario interno que ha propiciado estas barbaridades es el que nosotros mismos hemos fabricado en estos diez últimos años, tergiversando el proyecto de IU y llevándolo a unos derroteros que nada tienen que ver con el compromiso adquirido entre nosotros y con la sociedad: aquello de “otras formas de hacer política”, hemos reproducido los viejos esquemas para mantener las viejas formas. Y hemos hablado, paradójicamente, cínicamente, de renovación y de refundación mientras estábamos preparando los “papeles”, con censos y cuotas incluidos, para seguir siendo los mismos....