Cada vez que llegan unas elecciones, aparece un fantasma.
Algunas veces, revestido de terror material y cierto. Recuerden el fantasma del golpe del 23 F en el 81, poco antes del 82... Recuerden la tragedia del 11-M. Esos fueron auténticos sobresaltos de la barbarie antidemocrática, pero ejercieron sin duda un impacto emocional en la ciudadanía...
En otras ocasiones han sido "males menores", como la crisis del petróleo, o los propios "fantasmas internos" de los partidos: la UCD fragmentada y el 23 F (más el buen aliado del PCE) dieron al PSOE aquella mayoría absoluta... ¿qué me dicen cómo se cargaron a Borrell? ¿Y Almunia, dónde está?... Y el PCE con Carrillo ¿recuerdan las expulsiones de los renovadores?. En fin, aquello de "programa, programa, programa", siempre quedó como asignatura pendiente, pues lo que funciona en las elecciones es: ¡Qué vienen!, mirando al otro y con un fantasma de por medio.
¿Cuál es el fantasma en estas elecciones de 2008?
Pensábamos que nuevamente el tema ETA, la ruptura de España, de la familia, qué se yo, cualquiera de esas cosas, iba a ser el nuevo fantasma 2008; pero no... el nuevo fantasma 2008 ya lo tenemos aquí...
En USA, unas entidades crediticias que nada tienen que ver con Europa, quedaron implicadas en una crisis hipotecaria; nada, no es nada... Pero, oye, semanas después las bolsas norte-americanas comenzaron a estornudar, así de forma irrefrenable, dando un bajón brusco con la cabeza al tiempo que el moquillo salía repelido por las fosas nasales del sistema perfecto... Nada, no es nada...
Y los que no entendemos nada de esto, nos encontramos con que Bush, rodeado de ese gabinete oscuro y desconocido (salvo Condoleezza) que tiene, dijo: Hay que actuar. Y no parpadeamos para observar conm atención las medidas que proponía... Y al final, de una chistera vieja (sin vida, no como las de Harry Potter), salieron las iniciativas: A modo de una devolución de impuestos, cada ciudadano contribuyente (repito, contribuyente) de los Estados-Unidos-de-América recibiría una media de 800 dólares. Y con esas cien mil pelas mal contadas, cada cual haría frente al problema de la crisis como mejor pudiera; menos impuestos también para las empresas y un rebaja de los tipos de interés...para animar así esa bolsa entristecida y asustada... Con el 1% del PIB se podría recuperar la economía, eso sí, dinero circulando, menos ingresos para el Estado, menos posibilidades de intervención pública etc etc.
Y en esto, aquellos estornudos del imperio, se convirtieron en tos perruna en Europa y sus bolsas. En España, además, en precampaña electoral. O sea, ya llegó el fantasma que necesitábamos.
Las chisteras han comenzado a crear ultracuerpos, dependiendo de la madre y el padre de cada cual. Al pasar por el quiosco de prensa, me pareció ver un titular en ABC como diciendo "la Bolsa se hunde" o algo así... Y vengo a enterarme de que en España hay ocho millones de personas que invierten en bolsa; cuidado, esto no es moco de pavo ni moquillo del estornudo. Y esto va a ser determinante, es decir, el grado de vínculo personal y material de cada cual con la salida de esta crisis, va a determinar el voto de una gran mayoría. El fantasma de la crisis se ha convertido así en el protagonista de la campaña electoral y todos dicen: ¡que viene!, que viene la crisis...
Bien, visto el fantasma... sería conveniente que pudiéramos analizar las pócimas, las recetas, las salidas, que se están ofreciendo... Eso, en la siguiente entrada del blog....
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