EL COORDINADOR VERDUGO

Ahí tienen ustedes el "espectáculo" de la exclusión en Huelva. La asamblea de Bollullos del Condado a las puertas de la Asamblea Provincial de Huelva muestra su protesta por algo que por usual nos ha hecho indiferentes, nos ha convertido a todos/as en unos miserables indiferentes: La exclusión, las expulsiones, la liquidación política.... de los "otros".

Bollullos del Condado, municipio de Diego Valderas, asamblea que lo aupó a la alcaldía, que le dio renombre, a pesar de su mediocridad política, para ser incluso Presidente del Parlamento de Andalucía en la época de la "pinza", época de acuerdos públicos entre el PP e IU en el Parlamento de Andalucía, acuerdos que propiciaron un dinamismo parlamentario diferente y una de cuyas consecuencias fue precisamente que Valderas, parlamentario de IU, fuese su presidente.

Bollullos del Condado, cuyos militantes se volcaron por toda la provincia para conseguir que el escaño de Huelva volviese a IU, perdido de la mano de Valderas en una Provincia con tantas posibilidades, y tantas asambleas desmanteladas con su gestión.

Pero hay algo más importante que ese colectivo humano, que ese esfuerzo colectivo de un pueblo por avanzar en la izquierda y en las iniciativas que siempre tuvo... Más importante que ese compromiso cuyos frutos ha canalizado en el Parlamento el propio Valderas para sí.... Más importante que todo esa historia y esa trayectoria... Más importante son los "pactos globales" con el PSOE.

Y así, sin temblarle el pulso, con la sangre fría de un verdugo, fueron expulsados, excluidos, los que antaño eran "entrañables compañeros" para dar gusto y regocijo al PSOE, que por cierto jamás expulsó a sus militantes en el Coronil o en Villaverde o en otros lares por pactar con independientes o con el PP... Vergüenza para propios y extraños el ver hasta dónde puede llegar la claudicación de la propia dignidad para no importunar al "socio que tiene el poder".

Y más aún, a esta indecencia se le suma otra no menos sorprendente, que también hastió nuestros sentidos para hacernos miserables indiferentes: la ética. Porque esos doscientos compañeros-as expulsados-as, constan, eso sí, en el cómputo del censo de Huelva a la hora de asignarle el número de delegados. Se organiza así un auténtico fraude cual es que los "delegados" correspondientes a la asamblea expulsada los administra la dirección expulsante.

Y más aún, estos compañeros y compañeras pertenecen a una organización, IU, que ha presumido siempre de ser radical y democrática en su interno. Pues bien, sus dirigentes, responsables, o verdugos en este caso, no han permitido que se desarrolle un procedimiento de garantías con estos afiliados a través de lass comisiones existentes (?) al efecto... Han sido "juicios sumarísimos" con expulsiones inmediatas ("usted ya no está en la base de datos") sin derecho a la defensa. Oh! memoria histórica, cuánto me duele ver IU así, en manos de estos verdugos...

Y Bollullos no es un caso aislado. Pregunten por Chiclana de Cádiz, Mengíbar de Jaén, al alcalde de Camas, a los centenares de compañeros de Almería...

Estamos asistiendo, indiferentes, presos de la mortal y miserable indiferencia, a un proceso de años de desmantelamiento de una organización plural y participativa, a una metodología de la intransigencia y a una gestión nefasta y autoritaria del lógico conflicto interno de los colectivos plurales que nos tiene donde nos tiene.

Y esto, aplicable a todos los partidos, corrientes y plataformas existentes, que bastantes veces hemos visto cómo se procede en cada lugar, siempre segun el criterio de oportunidad y poder interno...

¿Hasta cuándo?